La herramienta de trabajo que utilizamos en la elección de materiales y soluciones constructivas es el Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Este método analiza los diferentes procesos a que son sometidos los materiales ( producción, transporte,utilización, etc.) y establece indicadores que penalizan: efecto invernadero, ozono, energía, residuos, etc.
Por qué utilizamos esta herramienta en nuestro diseño?
Porque el ACV es una metodología versátil y útil para reducir los consumos energéticos y la emisión de GEI del sector de la construcción y establecer estrategias de mejora medioambiental más adecuadas en todas las etapas del proceso edificatorio.
Por ello, el ACV, permite dar una respuesta clara para cada edificio particular, a cuestiones tales como:
– ¿Cuál es la mejor combinación de materiales de construcción para la fachada?
– ¿Qué estructura es más respetuosa con el medio ambiente?
– ¿Qué fuentes energéticas son las más adecuadas?
– ¿Cuál es el espesor de aislamiento óptimo?
– ¿En cuánto se reduce el impacto medioambiental, al instalar sistemas renovables como captadores solares térmicos, paneles fotovoltaicos, calderas de biomasa, o aerogeneradores?